26 jul 2007

American Beauty

Resentimientos y personalidades trastocadas en la enferma búsqueda de una felicidad que no llega, que sólo se dibuja en sueños. Porque estamos acostumbrados a llamar a las cosas por su nombre y dejar que así nomás se las lleve el viento, sin ver la belleza que se esconde tras las cosas. Y en ese constante devenir de frustaciones inevitables, lo único que hacemos es caer más hondo. Y renunciaremos a las ataduras, quebrantaremos las reglas, haremos añicos contra la pared la porcelana de la sociedad de consumo. Autoconvencernos de que no somos víctimas, cuando ni siquiera somos capaces de identificar al predador. Seremos tan obsesivos que lo grabaremos todo para confeccionar archivos perfectos e impenetrables. Y así el frío horrible de la soledad nos abrazará cada vez que lloremos por los otros que nos defraudan. Y sólo podremos confiar en nosotros mismos. Únicamente en nosotros mismos. Perder aquello que nos inspira a seguir vivos. Faltará el amor y estaremos locos, muertos o vencidos.

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